En
días pasados conversaba con un cliente sobre las ventajas de
utilizar las nuevas tecnologías de información y comunicación en
el ámbito empresarial, específicamente la aplicación de LMS
(Learning
management system) en
los procesos de capacitación de las empresas, la coincidencia fue
inmediata, sin embargo me comento que el problema que ellos tenían
era la poca aceptación que estas tecnologías tenían entre los
empleados, surgieron inmediatamente algunas preguntas que tendían a
descartar una posible brecha tecnológica... cual es la edad promedio
de los empleados? Cual es su formación académica? Las respuestas
señalaban a un segmento de la población digitalmente alfabetizado,
sin barreras evidentes para la adopción de tecnología, entonces? El
problema era actitudinal? Determinamos plantearnos la realización de
un focus group y posiblemente algún otro instrumento de análisis
organizacional de mayor detalle para intentar determinar el origen de
este divorcio entre los empleados y la tecnología.
Tratándose
de un conflicto que involucra a dos partes (Individuos y
Tecnología)/(Empleados y Empresa) y se me ocurrió preguntarle a mi
interlocutor cual era cuantitivamente el nivel de madurez tecnológica
de su empresa, a lo que me respondió un poco avergonzado: No se!
Me
lleve la inquietud para mi oficina y conversando en días pasados con
mi amigo Paco Prieto (@Servilleta) de Fundación CTIC me indico que la
determinación del nivel de madurez digital de una organización era un
modelo que ellos manejaban hace algún tiempo, el cual se plantea
como un “camino de mejora” que permite evaluar el grado de
digitalización de los procesos de negocio de la empresa y guiarla en
la implantación progresiva de las TIC potenciando, de esta forma, su
utilización.
Este
uso de las TIC es muy importante en la mejora de la gestión de los
diferentes procesos de toda empresa y constituye la base para la
generación de
capacidad innovadora en las empresas, activando la
demanda tecnológica y por
tanto también su competitividad.
En
resumen el modelo evalúa la implantación de soluciones TIC
en 4
áreas de la organización:
- Procesos
- Productos y servicios
- Seguridad de la información
y
3 sub-áreas: infraestructura, buenas prácticas y formación de los
empleados.
Está clasificado en 5 niveles progresivos de complejidad:
Nivel 1 Básico
- La organización dispone de sistemas y tecnología básicos, fundamentalmente computadores y aplicaciones ofimáticas. Las comunicaciones se realizan por medio de tecnologías clásicas (teléfono, fax, correo tradicional). Las actividades comerciales, de administración y gestión hacen uso de estas tecnologías básicas.
Nivel
2 Conectividad
- Las acciones de este nivel giran en torno a la conexión entre sistemas (red de área local, Internet y uso del correo electrónico) y de la protección de los sistemas de información de los riesgos que surgen de estar interconectados.
Nivel
3 Visibilidad
- La organización se hace visible a través de Internet para ofrecer sus productos y servicios a través de su propia web. Se empieza a hacer uso de los accesos remotos a través de conexiones seguras.
Nivel
4 Integración
- La relación de la organización con sus clientes se intensifica a través de Internet ofreciéndose los servicios de Interacción. Los sistemas de gestión y aplicaciones de software específicas se integran internamente, encaminándose a la consecución de un sistema de gestión integral, así como, con operaciones externas.
Nivel
5 Interoperabilidad
- La organización se caracteriza por tener automatizada la relación con las entidades externas (proveedores, distribuidores, clientes, otros entes públicos). Todos los procesos de la cadena de valor se gestionan de forma integrada y en tiempo real. Se ofrecen servicios complejos con participación de dos o mas entes y se implementan soluciones bajo los principios de taquilla única y simplificación registral.
Los tiempos actuales nos indican que hay que prepararse para innovar! Las organizaciones Publicas no escapan de ello.
El
camino hacia la innovación no sólo es una decisión, sino un
aprendizaje que conduce a la
adquisición de la madurez tecnológica
y no tecnológica necesaria para poder innovar.
Este
camino
hay que recorrerlo lo antes posible.
Considera que su administración publica debe innovar? Cual es el nivel de madurez digital de su administración publica? Esta su equipo dispuesto a recorrer el camino?
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